TRAJES DE GITANA
El TRAJE DE FLAMENCA o TRAJE DE GITANA es un vestido femenino tradicional de Andalucía, en el sur de España, y de su género musical más emblemático, el flamenco. El traje de flamenca típicamente se viste para los eventos festivos como las ferias andaluzas o en actuaciones flamencas, y se ha convertido en todo un icono de la cultura andaluza y de la moda española.
El MODELO se ha ido fragmentando por una evolución y diferenciación de las formas y elementos según el contexto de su uso bien sea en ferias, romerías o espectáculos flamencos o de copla, en los que durante un tiempo se extendió la bata de cola y el empleo de mayores fantasías ornamentales.
El vestuario para el baile flamenco presenta diferencias con el traje "normal" de flamenca. Al tratarse de una indumentaria para el baile, los talles no suelen ser excesivamente bajos para permitir la movilidad de la bailaora y el largo deja asomar el zapato. Los volantes de las mangas son de menor tamaño para no restar visibilidad del rostro de la bailaora y los adornos suelen ser comedidos y los tejidos correosos y ligeros.6
Las andaluzas adquieren sus trajes de prestigiosos diseñadores locales, como DOÑA ANA, o incluso muchos de ellos compran los tejidos, en tiendas tan prestigiosas como GALERÍAS MADRID, para confeccionarse diseños totalmente exclusivos e irrepetibles.
ORIGEN Y USO
El traje inicialmente utilizado por las mujeres de etnia gitana, de ahí su nombre como TRAJE DE GITANA, se popularizó como traje típico andaluz. El origen del atuendo se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando las vendedoras acudían a la feria con los tratantes de ganado vestidas con modestas batas de percal adornadas con volantes. Luego, las clases pudientes copiaron este vestido.
A partir de la Feria de Abril celebrada en Sevilla el año de 1929, el traje se consagró como la vestimenta oficial para acudir al evento, tradición que se ha consolidado hasta el siglo XXI.
El atuendo flamenco se consolidó, en su forma conocida actualmente, entre 1890 y 1910 con un traje enterizo y ceñido al talle; adornado con volantes, tocados, mantón y mantoncillo. En el período comprendido entre 1920 y 1936 se introdujo la moda en el traje de flamenca, influencia que ha permanecido hasta el propio siglo XXI.
UN TRAJE DE MODA.
El traje de flamenca ha experimentado modificaciones según la moda de cada época. Así la longitud de las faldas se han acortado y alargado, los volantes han desaparecido en algún momento y en otros se han multiplicado.
En los años 60 del siglo XX, impulsados por el auge de la minifalda, las dimensiones del vestido se acortaron hasta la media pierna o la rodilla. Durante ese periodo, también por influencia pop, se impusieron los tejidos artificiales de tergal o nailon con estampados psicodélicos y desaparecieron los remates de encaje y cintas de los volantes.
A partir de los años 70, el traje volvería al largo tradicional cubriendo la pierna hasta los tobillos.
Durante los años ochenta, se reinterpreta la moda de los 40, los trajes se recargaron de encajes, almidonados y cintas de raso, incrementando su volumen, las mangas se acortan y también se adornan con volantes. Mientras que en la década de 1990 se hizo más sencillo de adornos, más ligero y vaporoso, bajando el talle y los volantes y se mostró más sensual. Se diseñan modelos sin mangas y terminados en tirantas y aparecen nuevos tipos de escotes como el “palabra de honor”.